domingo, agosto 30, 2009

Estoy atrapado en el tedio!

Tengo un problema, un problema gravísimo, algo que a muchos les puede pasar, y sin embargo para cada uno es un problema totalmente diferente y cada quien lo afronta a su manera, algunos lo logran y otros no y sin embargo, yo aun no encuentro la forma tratarlo y sigo en la lucha… El problema es que no soy feliz en lo que hago.

No es triste, ni es raro, es simplemente la realidad de las cosas, me encuentro en un punto muerto, un punto en que no sé cómo salir, y aunque he intentado mirar opciones, parece que aun no hay luz, ni vía, ni medios.

Supongo que lo que uno hace en cierta forma lo tiene que llenar, y le tiene que llegar, sin embargo, en este momento mi trabajo (no mi profesión) ni me llenan ni me llegan, solo ando cumpliendo con el ciclo un día tras otro y el tedio me está hastiando de sobre manera. No es un post queja, es un post catarsis, una forma de exteriorizar aquello que se me está acumulando y que es muy nocivo tener dentro. La única actividad que le está dando sentido a mi vida diaria es mi especialización en la universidad, es el único lugar en donde el bucle mental se acaba, en donde puedo volver a razonar como soy realmente y no como me lo dicta el esquema laboral que estoy siguiendo.

Para la muestra de cómo estoy, solo basta observar que tanto se han ido separando las fechas de publicación de mis entradas en el blog, cada vez mas separadas, mas distanciadas… Ya no escribo, ya no pienso en cosas interesantes, he visto sin inmutarme como se ha ido apagando mi chispa, mi sarcasmo, mi ironía, mi inspiración, mi humor, y lo peor: Siento que no hago nada por remediarlo.

Soy mi propio paradigma. Soy mi propia contradicción. Soy mi propio obstáculo.

Quiero algo que me saque del tedio, que me sacuda, que me impulse a aprender algo nuevo que me guste y no que me toque, algo que me permita ser yo mismo, que me inspire a escribir, a evolucionar, a volver a ser yo.

¿Por qué diablos lo que hago está minando mi esencia? ¿Por qué diablos me miento y me niego a mi mismo? ¿En qué punto me deje llevar atrapar?

Esta no es mi vida, y lo peor es que no sé en qué punto la perdí.